Reconoce los síntomas de la apendicitis

A pesar de que la apendicitis es una afección muy común, a menudo puede ser difícil de diagnosticar con certeza,  porque se puede confundir con otras enfermedades o dolencias

Los niños menores de 3 años y adultos mayores de 60 años tienen una probabilidad muy alta de perforación debido a la demora en el diagnóstico.


Los primeros síntomas de la apendicitis incluyen dolor de lado inferior derecho del abdomen de comienzo gradual, malestar, con náuseas y pérdida de apetito. Si existen cualquiera de estos tres síntomas,  se puede suponer que el enfermo tiene apendicitis.

Cuando el dolor abdominal comienza alrededor del ombligo o en la parte superior del abdomen central -epigastrio- y en el abdomen inferior derecho -fosa ilíaca derecha-, es el más fiable de todos los síntomas de la apendicitis, ya que en el 80% de los casos, se presentan de esta manera.

En el embarazo, el dolor puede ser en cualquier parte del abdomen, debido a que el útero desplaza el apéndice de su posición normal. El dolor puede ser continuo, empeora con el movimiento y se reduce en la cama.

Cuando el apéndice está muy inflamado, el dolor puede estar localizado  en el tercio externo de una línea trazada entre el ombligo y la parte delantera de la punta del hueso de la cintura, llamado el punto de McBurney.

Existe un signo referido como el signo Rovsign, que existe cuando el médico palpa la parte inferior izquierda del abdomen, pero causa dolor en la derecha. Si la cadera se mueve o se estira, también puede causar dolor y se siente en el lugar donde se encuentra el apéndice; esto se conoce como el signo del psoas .

La pérdida de apetito es el síntoma más constante de la apendicitis  y los vómitos comienzan tras el dolor. Si los vómitos comienzan antes de que el dolor comience, entonces el apéndice, no será el culpable. Puede haber diarrea o estreñimiento, especialmente en niños pequeños y fiebre baja.  Si la temperatura se encuentra por encima de 38,5ºC. entonces es susceptible de que exista una apendicitis perforada.

Fuente: Cosas de Salud